El pasado miércoles, alrededor de las 23:01 hora local en Texas, una nave prototipo Starship de SpaceX sufrió una explosión durante una prueba diseñada para chequear motores y sistemas antes de su décimo vuelo de prueba.
La compañía definió el incidente como una “anomalía grave”. La prueba generó una gigantesca bola de fuego seguida de varias detonaciones menores que terminaron en un incendio controlado por los bomberos de Brownsville. La nave afectada, identificada como Ship 36, quedó completamente destruida pero no hubo víctimas ni heridos, ya que el perímetro de seguridad funcionó según lo previsto.
Este incidente se suma a una serie de fallos del programa Starship en 2025, aunque la compañía considera que cada fallo es una oportunidad para refinar el diseño de su mega-cohete reutilizable, clave en sus planes de vuelos a la Luna y Marte.
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