El caso de una ciudad sueca que consiguió llevar a la justicia su lucha contra la presencia de sustancias químicas peligrosas en el agua
En este artículo publicado en The Guardian se nos cuenta la historia de la ciudad sueca de Kallinge, donde un antiguo cuartel aéreo utilizó durante décadas espuma contra incendios cargada de una sustancia llamada PFAS. En 2013 los vecinos descubrieron que el agua del grifo contenía niveles muy altos de esta sustancia y posteriormente análisis de sangre mostraron concentraciones alarmantes en las personas de la ciudad, sobre todo en niños .
El impacto del PFAS sobre la salud y su vínculo con enfermedades como cáncer, diabetes y problemas del sistema inmune, está ampliamente documentado. Así que la población se organizó y llevó el caso hasta el Tribunal Supremo sueco, que en diciembre de 2023 estableció un precedente legal al considerar que la presencia de PFAS en la sangre es suficiente para que se considere legalmente como daño personal.
Foto de portada: Klugschnacker