La ciencia encuentra la clave de por qué el hormigón de hace miles de años resiste mucho más que el actual
El hormigón de la Antigua Roma sigue fascinando por su asombrosa durabilidad. Este material, utilizado en monumentos emblemáticos como el Panteón de Roma y muchos acueductos, ha resistido miles de años en condiciones extremas, algo que el hormigón moderno no logra. Un estudio reciente ha revelado que la clave de su resistencia radica en la presencia de "clastos de cal", pequeños fragmentos de óxido de calcio que, al reaccionar con el agua, generan procesos de autorreparación mediante la cristalización de carbonato cálcico. A diferencia del hormigón actual, que tiende a agrietarse y deteriorarse con facilidad, el romano podía mantenerse en pie gracias a esta tecnología, que promovía la autoreparación natural del material.
Los científicos han logrado recrear esta fórmula ancestral, confirmando su capacidad de sellar grietas en pocos días, lo que abre la puerta a innovaciones en construcción sostenible y en la reducción del impacto ambiental del sector, que es responsable de una significativa huella de carbono. La historia y la ciencia convergen, demostrando que algunos de los secretos más duraderos de la humanidad están en las antiguas técnicas constructivas.
Lo hemos leído en El Confidencial.
Foto de portada: Mario Roberto Durán Ortiz.