Buenos días. Muchas gracias por este interesante y sobre todo espeluznante artículo. Supongo que el que una cosa sea técnicamente posible en ratones y no en humanos se debe exclusivamente a impedimentos que derivan de cuestiones éticas, pues mamíferos somos. Lamentablemente, estamos entrando en una fase de la Historia en la que da la sensación que todo va a transcurrir al margen de la ética. Esta semana misma se ha anunciado un producto de inteligencia artificial china que va a competir con otro existente estadounidense. Hace tan solo unos meses un argumento válido para cualquier ciudadano occidental a la hora de elegir cual usa, hubiese sido la mayor confianza en el producto estadounidense en cuanto a sus posibles usos espurios, pero hoy día, ciertamente, uno no encuentra mucha diferencia entre que le pueda espiar el gobierno de Trump o el gobierno chino y quizás de ahí el éxito de descargas del nuevo producto en el propio EEUU. Quiero decir, que desgraciadamente no podemos esperar mucho del futuro en cuanto al peso de la ética como freno a cualquier cosa que se perciba como negocio, y el autor de este artículo nos desgrana con crudeza cuales pueden ser esas posibilidades. El Millei que hoy clona a su perro, mañana puede perfectamente querer un hijo de si mismo.
Una pregunta, a la hora de justificar esas investigaciones para obtener fondos, ¿qué justificación dieron los autores de los trabajos? En China es posible que ninguna, pero, ¿en Japón? Muchas gracias.